Los escritos no canónicos, comúnmente conocidos como apócrifos, son aquellos que, pese a su relación y similitud con los «textos sagrados», no han sido oficialmente aceptados dentro del canon religioso por las principales corrientes de fe. El término “apócrifo” tiene sus raíces en la palabra griega que significa “esconder”, haciendo referencia a los escritos que quedaron fuera de la selección oficial de la Biblia, en este caso.
Dentro del ámbito religioso, estos documentos incluyen una variedad de obras como evangelios y epístolas que se atribuyen a personajes bíblicos o autores de la antigüedad, pero cuya “veracidad o inspiración divina” no ha sido reconocida (o no han encontrado conveniente) por las autoridades eclesiásticas. Estos textos ofrecen visiones alternativas y a menudo discrepan de las narrativas y doctrinas establecidas en los textos reconocidos.
Revelaciones Cósmicas y Prohibiciones Angélicas: Un Vistazo a los Textos Antiguos
En el misterioso mundo de los textos antiguos y apócrifos, encontramos relatos que han intrigado a teólogos e historiadores por generaciones. El Libro de Enoc se destaca como una fuente de sabiduría ancestral, presentando una realidad donde lo divino y lo humano convergen de formas sorprendentes y, en ocasiones, prohibidas.
Enoc: El Patriarca Celestial
Enoc, una figura mística de gran relevancia en la tradición judeocristiana, es presentado en el Génesis como el séptimo patriarca desde Adán. Reconocido por su devoción y conexión especial con lo sagrado, se narra que Enoc vivió 365 años, un número que simboliza la plenitud del tiempo, y mantuvo una comunión continua con Dios. Tan profunda fue su relación con lo divino que, al final de su existencia terrenal, fue ascendido al cielo, evitando la muerte, un privilegio compartido con muy pocos en las escrituras.
Según la tradición y los escritos de la época, se cree que Enoc recibió información divina a través de visiones y revelaciones celestiales. El Libro de Enoc detalla sus experiencias místicas, donde le fueron impartidos secretos sobre los misterios divinos, demostrando que el mismo conocimiento puede tener efectos distintos dependiendo del ser que lo recibe.
Los Vigilantes: Ángeles Caídos y Maestros de lo Oculto
En el corazón del Libro de Enoc, los Ángeles Vigilantes emergen como figuras centrales, cuyas acciones redefinieron la historia de la humanidad. El Libro de Enoc relata cómo estos seres divinos descendieron del cielo, seducidos por la belleza de las mujeres terrenales. Pero su mayor falta NO fue enamorarse de ellas y tener descendencia con ellas, dando origen a los Nefilim (una raza de gigantes); sino el haber preferido vivir entre los humanos, dejando su lugar en el “cielo” y aún peor, compartir su sabiduría celestial.
La historia cuenta que los Vigilantes, cautivados por el amor humano, optaron por renunciar a su estatus celestial para habitar entre los mortales en la Tierra. Este acto de desobediencia a las leyes sagradas y la divulgación de conocimientos prohibidos para los mortales se consideró una infracción grave, resultando en su caída y castigo divino.
El Libro de Enoc también sugiere que la influencia de los Vigilantes y sus progenies, los Nefilim, trajo consigo una era de corrupción y violencia sin precedentes, culminando en la decisión divina de purificar la humanidad mediante un diluvio. (Al más puro estilo de la clásica mafia: “Saben demasiado, debemos desaparecerlos”😄).
La caída de los Vigilantes se interpreta como un descenso tanto físico desde los cielos, como moral, al ir en contra de los mandatos divinos. Sus enseñanzas, aunque enriquecedoras, contribuyeron a la decadencia terrenal, lo que llevó a que los Vigilantes fueran castigados y encarcelados en lugares secretos, y sus enseñanzas prohibidas, fueron una de las razones citadas para el Gran Diluvio.
Difusión de la Sabiduría Prohibida
La transgresión más significativa de los Vigilantes fue, sin embargo, la transmisión de conocimientos secretos y sagrados, a la humanidad. Entre sus enseñanzas más influyentes y duraderas se encuentran las prácticas de magia y hechicería. Estos ángeles instruyeron a los humanos en el arte de invocar fuerzas que superaban su entendimiento natural, en la realización de rituales mágicos y en la manipulación de elementos naturales para propósitos personales.
Más Allá de la Magia: Otros Secretos Revelados
Más allá de la magia, los Vigilantes compartieron con los humanos (recordemos, que esto lo hicieron por amor, por amor decidieron dejar su lugar y vivir entre la humanidad y en un deseo de ayudarles a prosperar, les revelaron estos conocimientos) una gama de conocimientos que transformaron radicalmente la civilización. Estos secretos incluían:
Astronomía y Astrología: Los Vigilantes enseñaron a los humanos a comprender los patrones de las estrellas y los planetas, permitiéndoles predecir eventos y comprender mejor el paso del tiempo.
Metalurgia y Artesanía: Revelaron técnicas para trabajar metales y crear herramientas y armas, lo que llevó a avances significativos en la tecnología humana.
Cosmología y Espiritualidad: Ofrecieron conocimientos sobre la estructura del universo y la existencia de seres espirituales, ampliando la percepción humana del mundo y más allá.
Herbología y Medicina: Instruyeron a los humanos en el uso de plantas para curar enfermedades y aliviar dolores, sentando las bases para la medicina natural.
Estos conocimientos, si bien aportaron beneficios, también plantearon dilemas éticos y morales, enfrentando a la humanidad con el desafío de manejar un poder recién adquirido y sus inherentes responsabilidades. (Todavía sucede… cuando una persona se acerca por primera vez al mundo de la magia, no comprende la responsabilidad que conlleva).
Se relata que Hermoni, uno de los Vigilantes, fue el maestro de los humanos en las prácticas de magia y hechicería. Por su parte, Shemihaza impartió conocimientos sobre las propiedades mágicas de las plantas. Asimismo, Asael compartió con la humanidad métodos para obtener metales preciosos como el oro y la plata, así como técnicas para crear armas para la guerra.
El Legado de los Vigilantes
La herencia dejada por los Vigilantes es ambivalente. Por una parte, enriquecieron el entendimiento humano del universo, proporcionando una visión más detallada de sus enigmas.
Por otra parte, su instrucción en prácticas esotéricas (¿qué tan oscuras podían ser, si provenían de ángeles?), sembró la corrupción en la sociedad, incrementando la violencia y la inmoralidad, lo que finalmente desencadenó el Diluvio, un acto de purificación divina.
Estos temas son recurrentes en varias tradiciones esotéricas y místicas a lo largo de la historia. En numerosas culturas y tradiciones místicas, se considera que entidades divinas fueron las primeras instructoras de la magia y el esoterismo a los humanos.
Por ejemplo, en la tradición hermética, Hermes Trismegisto es venerado como un sabio de lo oculto y la alquimia, generalmente asociado con el dios egipcio Thoth.
En la Khábalah, se postula que seres celestiales impartieron saberes místicos a la humanidad.
Similaridades Notables entre el libro de Enoc y otras mitologías
En la Epopeya de Gilgamesh, que contiene parte de la antigua mitología de Sumeria, se narra que Enlil, la deidad suprema del viento, el firmamento y las tormentas, optó por desencadenar un cataclismo acuático como castigo a los mortales. La leyenda cuenta que el estrépito y las discordias humanas exasperaron a Enlil hasta el punto de resolver exterminar a la humanidad con una inundación masiva.
Informado por Enki sobre la inminente aniquilación que Enlil planeaba a través de un diluvio, Utnapishtim toma precauciones para eludir la devastación. Obedeciendo las directrices de Enki, erige un vasto navío, conocido como el Arca, y embarca a su linaje, así como a diversas criaturas y germoplasma vegetal, con el fin de asegurar la continuidad de la vida.
El diluvio se desata durante seis días y siete noches, sumiendo la creación en las profundidades acuáticas. Al llegar el séptimo día, la tempestad amaina y el Arca halla reposo sobre la cúspide del monte Nisir. Utnapishtim libera distintas aves en busca de suelo firme, y al no retornar una de ellas, comprende que las aguas se han retraído.
En reconocimiento a su lealtad y por preservar el legado de seres vivos y fauna, los dioses, encabezados por Enlil, bendicen a Utnapishtim y a su consorte con la eternidad. Se les otorga un sitio entre las deidades y el permiso de residir en un rincón remoto, al margen del mundo.
Al percatarse Enlil de que Utnapishtim eludió la aniquilación del diluvio, su primera reacción es de furia. Había proclamado que la humanidad entera debía perecer bajo las aguas, y el hecho de que Utnapishtim siguiera con vida, indicaba que algún dios había contravenido su edicto.
No obstante, tras la mediación de otros dioses y al presenciar la sumisión y devoción de Utnapishtim, Enlil se retracta y resuelve concederle a él y a su esposa, el don de la inmortalidad, y otorgándoles la posibilidad de habitar en un ámbito distante de los seres mortales.
Grandes diferencias entre el libro de Enoc y la mitología Sumeria
Dentro de los relatos sumerios y la narrativa de la Epopeya de Gilgamesh, no se relata que Enki enfrentara represalias (convertirse en un “dios caído” y enfrentar el exilio, por ejemplo), por alertar a Utnapishtim acerca del inminente diluvio. Aunque Enlil y el resto de los dioses habían resuelto exterminar a los seres humanos, Enki, impulsado por su misericordia, optó por incumplir y proteger a Utnapishtim y a su descendencia. La historia pone énfasis en la benevolencia e inteligencia de Enki, interpretando su decisión como una medida para salvaguardar la existencia más que como una infracción.
En lugar de ello, la historia pone énfasis en la renovación de la vida y la sabiduría de Enki en la protección de la humanidad.
Un dato muy interesante, es que la composición de la Epopeya de Gilgamesh data de entre 2150 y 1400 a.C., en tanto que la redacción del Libro de Génesis se calcula que ocurrió entre 1440 y 1400 a.C.
Esto implica que la Epopeya de Gilgamesh es anterior al Génesis por varios siglos, y podría aventajarlo por hasta 700 años o más, dependiendo de cuándo se hayan escrito exactamente estos textos. La Epopeya de Gilgamesh es reconocida como una de las primeras manifestaciones literarias y precede a los escritos de Homero por cerca de 1500 años.
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Consideraciones Finales
El Libro de Enoc nos confronta con interrogantes esenciales acerca de la naturaleza del saber y la prudencia. ¿Es beneficioso todo conocimiento para la humanidad? ¿Hay fronteras que no deberíamos traspasar en nuestra búsqueda de comprensión? ¿Están todos los individuos capacitados y son lo suficientemente responsables para manejar información de tal magnitud? ¿Quién lo determina?
Al meditar sobre estas cuestiones, la historia de los Vigilantes actúa como una advertencia prudente de que ciertas puertas, una vez abiertas, pueden acarrear consecuencias eternas, y lo mismo ocurre cuando se cierran.
El Libro de Enoc ha dejado su huella en la literatura apocalíptica y las concepciones del juicio final, temas recurrentes en muchas creencias religiosas y esotéricas. Las narrativas sobre ángeles desterrados y sus doctrinas prohibidas, han moldeado las percepciones sobre la moralidad (el bien y el mal), así como la esencia del conocimiento y el poder.
Además, la noción de que las revelaciones avanzadas, particularmente aquellas vinculadas a la espiritualidad y el cosmos, derivan de fuentes celestiales, es una idea presente en varias prácticas esotéricas.
Esto abarca la astrología, la numerología y distintas formas de adivinación, que encuentran paralelismos en las lecciones atribuidas a los Vigilantes en el Libro de Enoc.
En esencia, el Libro de Enoc comparte temáticas y conceptos con otras corrientes mágicas y esotéricas, y su relato sobre los ángeles caídos y la difusión de saberes secretos ha influenciado significativamente cómo estas corrientes se han desarrollado e interpretado con el tiempo.
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