Si bien, la magia de nudos, está, efectivamente, emparentada con la magia de atadura, no es exactamente lo mismo.
La magia de nudos, es una de las magias más antiguas y primordiales de la humanidad, de todos los tiempos y culturas.
Está, por ejemplo, el Nudo Egipcio de Isis, la Diosa que ata o afloja las vidas de los hombres con Tat, el Nudo del Destino. Las Diosas del triple destino, de dedos ágiles, aparecen en muchas mitologías, desde las Moirai griegas hasta las Nornas nórdicas, tejiendo y uniendo los hilos de la vida.
Están los mitos del Valknut de Odin que se dice que él usaba para atar o desatar a los hombres en la batalla. Está el símbolo del nudo interminable del budismo, la leyenda frigia del complejo nudo gordiano y los elaborados nudos de los nudos celtas. Está, también, el Handfasting (Unión de Manos, ritual de matrimonio pagano) o las Iniciaciones.
No es de extrañar, si se considera lo esenciales que eran los nudos en la vida cotidiana. Antes de la invención de las cremalleras, el velcro y la posibilidad de ir a las tiendas y comprar lo que necesitamos, el trabajo de nudos fue una habilidad vital. Desde la navegación hasta el alpinismo, la ingeniería, el tejido, la cestería y la fabricación de redes, saber cómo crear nudos fuertes y útiles podría ser literalmente una cuestión de vida o muerte: algo de gran poder.
Hoy en día, los nudos se ven en heráldica, insignias y emblemas, en corbatas ceremoniales, ligueros (¡oh si!) y corbatas.
A diferencia de la magia de atadura, cuya ética, siempre está en entredicho, la magia con nudos, puede usarse con fines benéficos, como, por ejemplo, la protección. Por otro lado, efectivamente, la magia con nudos, se puede convertir, muy fácilmente en magia de atadura, cuando se usa para lanzar hechizos de represión y castigo y, en última instancia, para restringir y atar la magia de alguna otra persona.
En resumen, el poder de los nudos es muy ambiguo. Atan o liberan, crean o destruyen: tienen la capacidad tanto para el bien como para el mal.
En la antigüedad, era común su empleo en hechizos para controlar el clima. Tradicionalmente, las brujas de Finlandia, Laponia y Escocia ataban el viento en nudos y los vendían a los marineros. La práctica continuó hasta principios del siglo XX, pero hay muchas historias que advierten contra este tipo de tratos. Aparentemente, a una tripulación de pescadores de Portessie se les dio un trozo de cordel con tres nudos, la vendedora les indicó que desataran el primer nudo cuando se izara la vela y el segundo para provocar más viento, pero ella no dijo nada sobre el tercer nudo. Cuando los marineros se impacientaron en el mar y lo desataron, se desató el infierno y una tormenta estalló sobre ellos.
Los nudos también son extremadamente populares en hechizos curativos y protectores, una tradición que se remonta a miles de años. Hay una tablilla babilónica en el museo británico que detalla un hechizo curativo que involucra nudos trenzados en corteza de cedro, mientras que el autor romano Plinio el Viejo afirmó que las heridas sanaban más rápidamente si se ataban con el nudo de Hércules.
Se decía que las brujas británicas detenían las hemorragias nasales o curaban los dolores de cabeza haciendo nudos con hilo rojo y, según un tratado médico anglosajón, atar clavo de olor alrededor del cuello de un hombre con un hilo rojo durante abril u octubre en una luna menguante podía curar la locura… No he tenido un loco con el cual hacer la prueba, pero suena interesante.
El famoso símbolo del Nudo de Bruja, compuesto por cuatro formas de vesica piscis entrelazadas, es conocido por sus cualidades protectoras, en parte debido al hecho de que se puede dibujar en una línea continua sin tener que quitar el bolígrafo del papel. Lo que poca gente sabe, es que el nudo de bruja, se puede usar también en otro tipo de hechizos, por ejemplo, de creatividad o manifestación. No te pierdas este artículo, donde hablo de como activar tu nudo de bruja HACIENDO CLIC AQUÍ.
Los nudos también están estrechamente asociados con hechizos de amor y fertilidad. En ningún otro lugar se captura más sucintamente la ambigüedad del nudo que en las bodas. Cuantas veces hemos escuchado decir que cuando alguien se casa, se “amarra”. Esto deriva de las bodas paganas, en las que las parejas se casaban mientras se ataban las manos o muñecas y hacían votos entre sí y a los dioses.
En las ceremonias chinas, la pareja sostenía un nudo de cintas rojas y verdes respectivamente, mientras que las novias británicas tradicionalmente cosían nudos de cintas de colores en sus vestidos para darle buena suerte.
Y, sin embargo, también hay mucho miedo en torno a los nudos el día de la boda, con una larga tradición, de que cualquier objeto que contenga nudos (prendas y zapatos) se desate simbólicamente antes de la boda. Se creía que podían impedir la consumación, causar impotencia y provocar esterilidad.
Lo que nos lleva a los usos más directamente dañinos de los hechizos de nudos, cuando se usan como atadura: para hechizar, atar y controlar, atar a alguien literalmente en nudos.
Se decía que las brujas babilónicas atrapaban las almas de las personas haciendo nudos en una cuerda, mientras que, en la magia de África occidental, pronunciar el nombre de una persona mientras se hacía un nudo te daba poder sobre esa persona.
La Escalera de la Bruja, si bien se utiliza a menudo como magia protectora, también era objeto de miedo. Según un manuscrito medieval, la escalera hecha de una cuerda con nueve nudos podía causar que la víctima elegida muriera lentamente…
Con la soga al cuello
No es sorprendente entonces que, a pesar de lo venerada que ha sido la magia de nudos a lo largo de los siglos, también haya sido uno de los tipos de magia más temidos.
En el siglo IV a. C., el filósofo griego Platón afirmó en sus Leyes: “…aquel que parece ser la clase de hombre que daña a otros mediante nudos mágicos o encantamientos o encantamientos o cualquiera de las prácticas similares, si es un profeta o adivino Déjalo morir”. Un castigo bastante duro para el simple hechizo de nudo.
El miedo a los nudos está entretejido en la ley rabínica (judía), donde está prohibido hacer nudos en sábado (el día de descanso, en el que no se debe hacer ninguna clase de trabajo), mientras que se dice que Mahoma casi muere a manos de brujas con un «cordón de nudos» que fue descubierto justo a tiempo para salvar la vida del profeta.
La iglesia primitiva emitió numerosos edictos contra la práctica de la ‘Ligatura’, una forma de magia de nudos dañina, y los procesamientos y ejecuciones de quienes la usaban continuaron hasta el siglo XVIII.
En el juicio por brujería del siglo XV contra Eleanor Cobham, duquesa de Gloucester, Eleanor fue acusada de conspirar con Margery Jourden y otros para dañar mágicamente al rey Enrique VI. En su juicio ella afirmó (originalmente es una rima):
“Oh, si fuera bruja, pero por su buena suerte, creo que la reina, su majestad, puede descansar tranquila: Rascaría esa cara que tal vez no sienta el aire, y quisiera tejerle en el pelo mechones enteros de nudos de bruja.”
Si bien es poco probable que Eleanor realmente interpretara una canción con rima en su juicio, el informe sugiere que los nudos de brujas eran bien conocidos y muy temidos.
Un desagradable informe judicial de 1718 afirma que el parlamento de Burdeos condenó a una bruja a ser quemada viva por arruinar a toda una familia mediante cuerdas mágicas anudadas.
Como nudo al dedo
Los hechizos de nudos, tienen la ventaja de ser muy discretos: pueden traerse en un bolsillo sin que nadie se dé cuenta. Hacer un nudo también requiere disciplina y concentración, y las complejidades de los hechizos de nudos ciertamente pueden exigirlo.
Está el tipo de hilo, el grosor del hilo, el número de hilos, el color, el tipo y número de nudos y muchos detalles adicionales como cuentas y símbolos. Dentro de cada uno de estos, las posibilidades son infinitas.
Todo depende del tipo de hilo: tiene cuerdas, cordeles y cuerdas de diversos materiales naturales y artificiales, cortezas, cintas, vendas, pañuelos, cabello e incluso cordones de delantal (una vieja superstición de Cornualles dice que si te quema la mejilla izquierda). estamos siendo calumniados y la cura es hacer un nudo en la cuerda de un delantal haciendo que el calumniador se muerda la lengua).
Esta miríada de opciones o «correspondencias mágicas» son una salida para la creatividad, una forma de tejer un hechizo que refleje más fielmente tu tarea.
Luego están las fuerzas de atar o bien, desatar un hechizo de nudo: la represión y la liberación que hemos visto se encuentran en el corazón de toda la magia de nudo.
Cosecha lo que siembras
Existe una historia de un bordado que se encuentra dentro de una iglesia en un pequeño islote conocido como la Dama de las Rocas. El tapiz fue cosido por una mujer local, mientras esperaba que su marido regresara de un largo viaje por mar. Ella tejió su propio cabello creyendo que una vez terminado, él volvería con ella. Cosió durante 25 años y su cabello dorado se volvió gris a medida que pasaba el tiempo, pero su amante nunca regresó.
Aunque la magia de su bordado nunca le devolvió a su marido, la idea de realizar hechizos de nudos mientras cosía, tejía, hacía crochet y otras actividades similares siempre ha sido una fascinación para mí: el nudo único se convierte en parte de un todo mayor.
Este poder se ve una y otra vez en los cuentos de hadas. En el huso, la lanzadera y la aguja, de los hermanos Grimm, la dedicación de la protagonista a sus tareas de hilar, tejer y coser pronto le ayuda a ganar los afectos del príncipe: “¡Lanzadera, lanzadera, teje tan bien, trae un pretendiente aquí hacia mí!” Mientras que, en Los seis cisnes, una doncella no debe hablar durante seis años mientras cose camisas, para que sus hermanos pasen de ser cisnes a ser hombres. ¿Está sólo cosiendo o tejiendo un hechizo de poder y libertad?
Durante mi adolescencia, solíamos tejer suéteres para nuestros novios y la leyenda rezaba que para que estos nudos no nos alejaran de él (y terminara la relación), debíamos tejer un cabello nuestro en alguna parte del suéter. Como dijo mi amiga Lolis: por si o por no, yo mejor lo hago.
Enhebrar un hechizo
La magia de cuerdas (o magia de nudos) es una forma simple pero efectiva de trabajar con magia. Lo único que necesitas para practicar este tipo de magia es una cuerda, cinta, cordón o hilo grueso, de al menos 1m.
Algunos de los Practicantes usan cuerdas de unos 3m que llevan alrededor de la cintura para colgar sus herramientas ritualísticas. Esta cuerda se convierte también en un círculo de protección.
El principio detrás del hechizo de nueve nudos es simple. Haces nueve nudos en la cuerda con un patrón específico y según haces esto, tus propósitos quedan atados en cada nudo y por lo tanto, el hechizo se queda en la cuerda.
La cuerda se conserva hasta que el hechizo haya funcionado o bien y más comúnmente, hasta que los nudos hayan sido deshechos uno por uno bajo ciertas fases lunares. Por ejemplo, si quieres atraer algo a tu vida, los nudos serán realizados en Luna Nueva y la cuerda se guardará en un lugar seguro y, en los nueve días antes de la Luna Llena se desharán los nudos, uno cada día, terminando con el último nudo el mismo día de la Luna Llena.
Si el hechizo es para alejar algo de tu vida, los nudos han de hacerse justo después de la Luna Llena, cuando está en fase Menguante, y se desharán en los nueve días anteriores a la Luna Nueva, terminando con el último nudo en la noche sin Luna (Luna Nueva)
Hechizo Tradicional de Nueve Nudos:
Por el nudo uno, a la magia me uno,
Por el nudo segundo, lo logro seguro,
Por el nudo tres, hecho está y así es,
Con un nudo cuatro, en la magia me fortalezco,
Por un nudo cinco, florezco y prospero,
Por la magia del nudo de seis, los problemas solucionados son,
Por el nudo siete, atado con sabiduría, estaré san@ y salv@ en buena compañía,
Por la octava atadura, en el destino confío en esta coyuntura,
¡Por el noveno atado, lo que me propongo ya he logrado!
¡A amarrar nudos!
Antes de comenzar, elige el cordón del color que se corresponda con tus propósitos mágicos, y la fase lunar que se adapte mejor a lo que quieres lograr.
Limpia tu área de trabajo, tus materiales y a ti. Aterrízate y crea tu círculo de protección, de la manera usual. Relaja tu cuerpo y concéntrate en tu intención. Toma el cordón en tus manos y piensa sobre tu propósito e imprégnalo de esa energía.
Con cada nudo que hagas, concéntrate en la razón por la que estás efectuando el conjuro. Es recomendable que marques con un alfiler imperdible el segundo nudo, para que te ayude a recordar en qué orden los debes hacer y al final ata una cinta roja en el segundo nudo, por si lo tienes que deshacer.
Existen dos métodos para atarlos, ninguno mejor que el otro, guíate por tu intuición para elegir el patrón o diagrama que usarás.
Dos Patrones
El primer patrón, es como sigue:
El segundo patrón terminaría como sigue:
—1—6—4—7—3—8—5—9—2—
Ata los nudos según el orden del diagrama que elegiste. Al atar el último nudo, el noveno, toda la energía fluye por la cuerda y sus nudos. El poder ha sido invocado y ahora está almacenado. ¡Hecho está!
Mientras esos nudos permanezcan firmemente atados, tu hechizo estará vivo: para romper el hechizo, desata los nudos.
Nota: también puedes atar otros objetos o cintas en tus nudos para representar tu intención, aunque esto no es esencial: ¡tu intención, es lo más importante al atar en tus nudos!
Conserva esta cuerda cerca de ti, mantenla resguardada en una bolsita negra o envuelta en algún material que sea negro hasta que llegue el momento de liberar el poder que contiene. No le hables a nadie del conjuro para mantener tu creencia en lo que has hecho y funcionará.
Aunque hayas hecho los nudos todos a la vez en un mismo ritual, deben ser deshechos uno por uno según se vaya acercando la Fase Lunar correspondiente y durante la noche; de esta manera el poder se liberará de forma equilibrada. Deben deshacerse en el mismo orden en el que fueron hechos; por esta razón es importante que marques el segundo nudo.
Finalmente, en la primera noche enciende una vela y algo de incienso y sostén la cuerda en tus manos, visualizando tu propósito. Cuando consideres que ha llegado el momento, deshaz el PRIMER nudo. Vuelve a guardar la cuerda en su bolsa y mantenla cerca de ti. La segunda noche, deshaz el SEGUNDO nudo y continua de esta forma, deshaciendo un nudo por día, hasta la noche de la Fase Lunar correspondiente en la que desatarás el NOVENO y último nudo. Cuando vayas a deshacer este último nudo, hazlo con toda la energía que puedas, si es necesario, con un GRITO.
Colores para las cuerdas y sus significados:
Rojo:
Fortaleza, salud, vigor, amor sexual, deseo, pasión, coraje, victoria. El color rojo sirve también para estimular la energía y la vitalidad.
Rosa:
Honor, moral, amistad, amor romántico y curación emocional.
Negro:
Protección, destierro, discordia, pérdida, confusión, hacer y deshacer maleficios y crear magia para absorber o eliminar cualquier cosa.
Dorado:
Rituales para aumentar la energía y el poder; vitalidad, éxito suerte, ánimo, adaptabilidad, estimulación, atracción, empoderamiento, abundancia.
Verde:
Dinero, prosperidad, renovación, fertilidad, suerte; rituales de la tierra y utilizado también para curación.
Azul oscuro:
Creatividad, paz, comunicación, meditación profunda, impulsividad, depresión, maleabilidad, justicia, organización.
Recuerda que las listas de correspondencias mágicas, no están escritas en piedra, utiliza la correspondencia que tenga sentido PARA TI.
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