Una de las preguntas más comunes —y secretamente dolorosas— que much@s bruj@s se hacen, sobre todo al inicio, es: ¿La magia está solo en mi imaginación? ¿y si todo esto me lo estoy inventando?
Spoiler: no eres el/la única que lo ha pensado. Y no, eso no te hace menos bruj@. De hecho, podría ser una señal de que vas por buen camino.
La duda, aunque incómoda, no es un enemigo. Es una etapa natural del despertar mágico. En la brujería real —esa que no brilla con efectos especiales ni se resuelve en 3 actos como en una serie de Netflix— la soberanía espiritual implica elegir conscientemente en qué creemos, cómo creemos y por qué creemos.
Y eso, bella alma, también incluye confrontar esa vocecita mental que te dice: “¿Será que esto es real… o solo me lo estoy inventando?”.
La trampa de la duda constante
Vivimos en un mundo que nos educa para desconfiar de lo invisible. Si no lo puedes tocar, pesar, medir o etiquetar, entonces no es real. ¿Te suena?
Así que cuando alguien siente calor en las manos al canalizar energía, escucha un mensaje claro en una lectura de tarot o cualquier tipo de adivinación, o ve una imagen fugaz durante una meditación… el primer impulso es pensar: “Seguro me lo imaginé”.
Y claro, el problema de vivir con esta sospecha constante es que acabamos saboteando nuestro propio poder. Es como hacer un hechizo con el freno de mano puesto.
Esto sucede en muchos tipos de prácticas relacionadas con la magia, como el trabajo con espíritus, trabajo energético, viajes astrales, cancelación de lazos energéticos, cargar las hierbas de un baño mágico y más, que dependen de nuestras habilidades extrasensoriales e imaginativas.
Yo considero a la imaginación como un sentido psíquico y como una herramienta poderosa para cualquier práctica mágica.
Muchos de mis alumnos me lo han dicho entre risas nerviosas:
“Sentí algo raro, como un cosquilleo, o vi un símbolo en mi cabeza… pero ¿no será que lo inventé? será que la magia está solo en mi imaginación”
Y yo les contesto: ¿Y qué si sí lo inventaste? ¿Desde cuándo lo que imaginas no es falso y no tiene poder?
La imaginación no es un juego infantil (es magia en bruto)
En el mundo muggle, la imaginación es vista como algo “falso”, una fantasía, una especie de teatro mental sin consecuencias.
Pero en el mundo de la brujería, la imaginación es sagrada. Es uno de tus sentidos mágicos. Una antena. Un laboratorio. Una herramienta de creación.
Tu imaginación no es un adorno. Es el puente entre lo visible y lo invisible.
¿Te parece exagerado? Bueno, piensa esto:
- Tus pensamientos moldean tu percepción del mundo.
- Tus emociones alteran tu estado energético.
- Tus visualizaciones impactan directamente tu campo sutil.
Entonces, si visualizas que estás rodeada de luz dorada, que respiras calma, que un hechizo se activa… eso ya está produciendo un movimiento real en tu energía. Puede que no lo “veas” como verías una vela encendida, pero lo estás sintiendo. Lo estás viviendo. Lo estás dirigiendo.
Todo está en tu cabeza… y eso es algo poderosísimo
A veces me preguntan con tono escéptico:
“¿Pero esto no está solo en mi cabeza?”
Y yo me río con cariño:
“¡Obvio que sí! También tu personalidad, tu percepción del tiempo, tu idea del amor y tu sentido de identidad están en tu cabeza. ¿Eso los hace menos reales?”
La mente humana es un portal. Literalmente. Ahí ocurren todos los grandes cambios antes de manifestarse en el plano físico. Toda creación empieza con una idea, una imagen, un impulso interno. Incluso los rituales más complejos —con velas, inciensos, cánticos y elementos— nacieron primero en la imaginación de alguien.
La imaginación como sentido extrasensorial
Ahora hablemos de percepción psíquica o como también les llaman: «Dones«. Porque, sí, tu imaginación también es la herramienta con la que interpretas información extrasensorial.
¿Has sentido que “algo” no andaba bien sin ninguna prueba concreta? ¿Soñado algo que luego sucedió? ¿Visualizado una energía y sentido su presencia física?
Eso no es pura imaginación como nos la enseñaron en la escuela. Es tu sistema sutil trabajando. Y la imaginación es su lenguaje.
La mayoría de las personas que trabajan con energía, guías espirituales, tarot, astrología o canalización, reciben la información a través de imágenes mentales, sensaciones internas, metáforas… todas cosas que podrías fácilmente descartar como imaginación.
Pero, ¿y si la imaginación fuera el instrumento que te permite decodificar esa información invisible? Como un televisor que convierte señales en imágenes. Como una radio que traduce vibraciones en música.
Aprender a discernir: imaginación vs ansiedad
Ahora bien, no todo lo que imaginas es mágico o útil. Vamos a ser responsables con esta herramienta.
Así como puedes visualizar una burbuja de protección, también puedes imaginarte que te están haciendo brujería cuando solo tienes gastritis. La ansiedad, los pensamientos obsesivos o el autosabotaje también usan la imaginación como medio de expresión.
Por eso, parte del entrenamiento mágico es aprender a discernir.
¿Cómo saber si una imagen o mensaje es una señal real o un pensamiento intrusivo?
- Observa el estado emocional que la acompaña: ¿hay claridad o pánico?
- Haz una pausa y vuelve a conectar con tu centro: ¿sigue presente esa percepción?
- Valida tu intuición consultando el tarot, un péndulo o una persona de confianza.
- Lleva un registro: muchas veces los patrones se revelan con el tiempo.
Discernir no es lo mismo que dudar de ti misma. Es lo que te permite confiar profundamente en tu poder sin caer en la fantasía desbordada o el miedo paralizante.
La imaginación como herramienta mágica práctica
Aquí es donde la cosa se pone buena. Porque si entrenas tu imaginación como una habilidad mágica, no hay límites. Puedes:
- Crear escenarios energéticos para sanar traumas.
- Hacer viajes astrales y visualizar un círculo mágico.
- Crear y canalizar símbolos personales.
- Anclarte a Tierra y extraer energía de la misma.
- Sentir texturas, temperaturas y aromas que no están físicamente presentes.
- Invocar energía, moverla, dirigirla y transformarla.
Todo esto lo puedes hacer en una habitación vacía, sin velas, sin música, sin piedras. Solo tú, tu mente, y tu intención. Y eso es profundamente liberador.
Puedes comparar tu imaginación como una radio o un televisor. Las señales que reciben estos aparatos no los podemos captar con nuestros sentidos. Sin estos dispositivos, no podemos interpretar estas señales. Lo que estos hacen es decodificar el sonido y la imagen para que los podamos percibir y, mas importante, entender.
La imaginación es igual, la mayor parte de la información extrasensorial que recibimos, necesita ser decodificada por la imaginación, para que tenga sentido PARA NOSOTROS.
Y esto es importante, es como si nuestra imaginación fuera un aparato que decodifica una señal y para una persona se puede percibir como una cosa muy diferente a la que percibió otra, y esto tiene una razón, cada señal de información sutil, tiene que ser interpretada de forma que tenga el mayor sentido para cada persona.
¿Me lo estoy inventando… o estoy recibiendo algo real?
Mira, cuando alguien dice “¿y si me lo estoy imaginando? ¿Y si la magia está en mi imaginación?”, muchas veces lo que realmente quiere saber es:
¿Cómo sé si esta imagen, sensación o mensaje viene de mí… o de algo más grande que yo?
Y esa es una pregunta válida, profunda, y absolutamente mágica.
Porque aquí no estamos hablando solo de fantasía, sino de cómo funciona tu percepción extrasensorial. Y la respuesta corta es: no es tan simple como que una cosa sea real y la otra no. La imaginación no es una línea recta que solo recibe o solo crea.
Es un portal interactivo.
Para comprenderlo mejor, necesitamos hacer una distinción esencial:
Tu imaginación creativa es la capacidad de tu mente para generar imágenes, sonidos, sensaciones internas, como cuando recuerdas una canción o visualizas un lugar.
Tu imaginación perceptiva, por otro lado, es la que usas cuando recibes información que no proviene directamente de tus pensamientos conscientes: símbolos espontáneos, palabras que “aparecen”, intuiciones fuertes, visiones internas inesperadas.
La cosa es que ambas viven en el mismo espacio mental. Y eso lo hace complicado.
Porque tu imaginación no funciona como un receptor unidireccional, como si solo recibieras mensajes divinos por bluetooth. Más bien, es un canal bidireccional: recibe información tanto de tu mundo interno como de fuentes externas, y al mismo tiempo emite información, energía, intención.
Así que no solo puedes percibir energías sutiles a través de la imaginación, sino que también puedes influir activamente en esas energías con ella.
Esto es clave para entender la brujería real: cuando imaginas una sensación —como calor en tus manos, una burbuja de protección, una luz dorada envolviéndote— no estás “jugando”. Estás usando tu imaginación como una herramienta de acción energética.
Imaginación no es igual a mentira.
Imaginación es percepción + creación.
Y como cualquier lenguaje sutil, se entrena, se refina, se valida con la práctica y el tiempo.
Cuanto más usas tu imaginación con intención y conciencia, más clara se vuelve la diferencia entre lo que tú generas y lo que estás recibiendo.
Ejercicio práctico: un mini ritual con imaginación
- Cierra los ojos. Respira profundo tres veces.
- Imagina que una luz suave baja desde el cielo y entra por tu coronilla.
- Siente cómo recorre tu cuerpo lentamente, como agua tibia.
- Visualiza una burbuja de energía formándose a tu alrededor, con el color que necesites hoy.
- Llena esa burbuja con una emoción que deseas atraer: paz, amor, seguridad, inspiración.
- Quédate ahí unos minutos. Disfrútalo.
- Abre los ojos. ¿Lo sentiste? Bienvenid@ al poder de tu imaginación mágica.
En resumen: tu imaginación no es un juego… es una puerta
Cuando te preguntas si la magia está en tu imaginación, deja de pedirle permiso a la lógica para ser mágic@. Tu mente, tu cuerpo y tu espíritu ya saben cómo hacerlo.
Solo tienes que volver a confiar en ti.
Porque no, la magia no está “solo” en tu cabeza.
Está en todo tu ser.
Y tu imaginación… es la llave.
¿Te gustaría explorar más formas de entrenar tu imaginación mágica? Cuéntamelo en los comentarios, comparte este artículo con tu aquelarre.
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